Un
ejemplo palpable lo reflejamos cuando en el año 2001 un profesor instructor a
dedicación exclusiva recibía 4,56 salarios mínimos, hoy recibe sólo 1,95; un
profesor titular 10,93 salarios mínimos, hoy solo 4,22; sin incluir los
descuentos, porque con ellos algunos no reciben ni salario mínimo, como es el
caso de los profesores instructores a tiempo completo; trayendo consigo un alto
grado de desmotivación, incidiendo directamente en la calidad de la educación
que reciben nuestros alumnos, que sin embargo no ha desmejorado, por el esfuerzo
que realiza todo el personal y los mismos estudiantes.
Igualmente como consecuencia de la
confrontación y la crisis que ha
afectado financiera y presupuestariamente a la UNET, no puede seguir recibiendo
los mismos presupuestos en términos nominales, es decir, disminuidos en
términos reales, debido a los elevados niveles de inflación y devaluación. Por
ello, la comunidad Unetense aspira que este problema se resuelva; de lo
contrario, el principal factor de desarrollo de un país, que es la educación
con calidad e inclusión, se deteriorará, a extremos que nuestros productos:
egresados (docencia), generación de nuevos conocimientos (investigación) y
transferencia de capital tecnológico y social (extensión), mejoramiento de
profesionales (postgrado), llegarán a tales extremos que los profesionales (no
los líderes sociales y académicos tan demandados hoy día), la investigación y
extensión tenderán a desaparecer y nuestros miembros de la comunidad llegarán a
ingresar a los cordones de pobreza tan comunes en nuestro país.
Por estas razones, más que evidente es urgente y necesario que la comunidad universitaria regional y nacional, se de a la tare de generar un proyecto único plural de transformación universitaria y de Ley de Educación Superior, exigiendo el rescate de la dignidad universitaria y el respeto por la calidad de vida de los universitarios, lo cual implica el otorgamiento de presupuestos justos, para que esa buena inversión sea devuelta a la sociedad, en términos de generación de nuevos conocimientos, de transferencia de capital académico y social, mejoramiento de profesionales y egreso de nuevos buenos profesionales y excelentes ciudadanos.
Por estas razones, más que evidente es urgente y necesario que la comunidad universitaria regional y nacional, se de a la tare de generar un proyecto único plural de transformación universitaria y de Ley de Educación Superior, exigiendo el rescate de la dignidad universitaria y el respeto por la calidad de vida de los universitarios, lo cual implica el otorgamiento de presupuestos justos, para que esa buena inversión sea devuelta a la sociedad, en términos de generación de nuevos conocimientos, de transferencia de capital académico y social, mejoramiento de profesionales y egreso de nuevos buenos profesionales y excelentes ciudadanos.